“En Red Door, creemos que las personas son el fin del juego, no los medios.
Creemos que invertir en las personas es la mejor manera de administrar nuestros recursos”.
“GENTE” es nuestro primer valor porque es la base de por qué existimos como empresa. Red Door no existe simplemente para ganar dinero, existimos para tener un impacto en la vida de las personas. No proporcionamos un elemento humano esencial tangible, como comida o refugio, pero apoyamos un elemento humano básico: la necesidad de conexión. Estamos en el negocio de construir relaciones y brindar alegría a las personas. En un mundo cada vez más digital, facilitamos la conexión humana real que tanta gente está perdiendo.
Para poder hacer esto por nuestros clientes, primero debemos hacerlo entre nosotros y nos proponemos este objetivo todos los días que llegamos al trabajo. Tomamos decisiones que priorizan a nuestro personal y a nuestros clientes e invertimos nuestro tiempo y nuestra energía en nuestra gente. A veces necesitamos tomar decisiones difíciles con las personas, pero se hace desde un lugar de amor y por amor, nos referimos al bien final del otro.
Como verá entretejido a través de nuestros valores, somos pensadores a largo plazo. Valoramos a las personas porque vemos el largo plazo y nos damos cuenta de que las personas son nuestro mayor activo. Una cultura en la que las personas sean valoradas por encima de todo será una cultura capaz de prosperar e innovar a través de los desafíos. Como empresa fundada en valores cristianos, valoramos más a las personas porque eso es lo que más valora Dios.